Libro digital en formato PDF, con textos e ilustraciones a todo color, donde Eduardo Viggiano combina aforismos con ilustraciones, todo de su autoría.
La parte gráfica comprende un despliegue de técnicas analógicas y digitales plasmadas en obras, detalles y bocetos.
Incluye vínculos a videos donde se puede ver el proceso de trabajo de algunas obras, a los que el lector accede fácilmente desde el libro digital.
Formato: A4, 80 páginas. Primera edición: 2017
Nuestros ojos ven el paso incesante de una realidad retratada en forma urgente, que no por urgente es necesariamente más profunda.
Por el contrario, ella pasa tan fugaz y efímera que solo nos muestra su rostro maquillado, escondiendo los defectos de lo que sería una verdad más honda y cruda, pero al fin y al cabo más sincera.
La recibimos edulcorada, tibia incluso con el disfraz de lo tremendo. Tan estruendosa como vacía, domesticada.
Los Retratos sin tiempo van a mostrarte otras caras. Vas a enfrentarte con la paradoja de ver retratado lo invisible.
Estos retratos a veces son un espejo donde podemos encontrar alguna parte de nosotros, quizá no una parte tangible. Nos invitan a correr los velos, a descubrir y descubrirnos.
Buscar, hallar, perdernos… Y si tenemos suerte, volvernos a encontrar.
Dijo Raúl Delgado (actor, escritor):
“Retratos sin tiempo deberá contar con una leyenda que diga «Degustar con moderación». Y si no sucediera así, me tomaré la responsabilidad de recomendar su lectura/contemplación/celebración, con prudencia. Porque embriaga, como un vino excelente que uno no puede dejar de beber.
Estoy maravillado por la obra de Eduardo Viggiano. Me sorprende la inagotable variedad de recursos, me hundo en el realismo de detalles pequeños y en la obra siguiente me apabulla la riqueza de su fantasía. El plano cobra relieve, el retrato me observa con detenimiento, y de repente… Soy yo quien se sumerge en la obra.
Pero no es sólo técnica depurada, no es sólo delicia estética, no. Hay una ética a flor de obra, humanidad que desborda. Hay Verdad. Maravíllense por ustedes mismos, no por recomendaciones. Pero háganlo con moderación. Podrían embriagarse, como yo”.
Dijo Jorge Milone (escritor):
“Difícilmente puedo desprenderme de El tejedor de sueños, El búho de Minerva, o la foto de Bocetos para el afecto. Retratos sin tiempo, de Eduardo José Viggiano, es una experiencia imperdible para quienes todavía soñamos, con los ojos bien abiertos en medio de cotidianas pesadillas”.
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