Expediciones insólitas tiene la particularidad de ser un “videolibro” ya que además de tener ilustraciones a todo color cuenta con vínculos externos a videos explicativos que comentan los episodios y otros que recrean visualmente algunas escenas.
Además, al final de los capítulos, la sección denominada “Desafíos para el lector” posee una serie de preguntas referentes a los episodios de los dos libros de la saga, que fueron pensados para incentivar la investigación sobre diferentes temas.
Contiene siete episodios:
– La Isla de Los Escorpiones
– La espermateca
– El Lago prohibido
– Los árboles sagrados
– El psiconauta
– La ciudad sin espejos
– El chamán.
–Entonces, los poderes del Egwyl son reales? –preguntó Sirio– Aquí es donde termina el derrotero de las almas?
–Así es, el ser encuentra su final en este lugar, pero esos sucesos previos que te comento son fundamentales porque es en esas horas finales cuando muchos recapacitan sobre el valor de la vida, aún sabiendo que no pueden volver el tiempo atrás, pero eso hace que en el final la energía interior se limpie.
–Y qué relación tiene la paranoia general de la sociedad? Esa actitud negacionista de las personas que no quieren enfrentarse a sí mismas, esa violencia producto de los egos exacerbados, la veneración desmedida de la meritocracia, el individualismo extremo hacia el afuera con nula introspección…
–En el Egwyl, esa energía a la que tu llamas “alma” ya no reencarna ni pasa a otra dimensión, lo que se considera una muerte porque esa entidad ya no existirá como tal. Pero por cierto motivo que desconozco, ante el momento inminente de su final, esa energía experimenta un proceso químico que la desintegra en muchísimas partículas, las que flotan en el aire, el viento las esparce y terminan alojadas en las personas.
Vaya uno a saber qué efectos producen sobre la psiquis y las células de la gente esos restos de vidas pasadas. Quizá haya misteriosos mecanismos de la intuición que hacen que esos seres humanos rechacen mirarse a sí mismos, indagarse, buscar sus verdades más crudas, porque talvez teman encontrar esa presencia, que no es otra cosa que una parte de la muerte que está viviendo dentro de ellos. Pero no los culpes, si al fin y al cabo, la única certeza que todos tenemos es que algún día llegará la muerte, lo demás es todo incierto y mudable.
Sirio interrumpió –Entonces tú no eres el Gran Imaginador que influye sobre la conducta de esas personas.
–Los grandes imaginadores –dijo la anciana riendo– son los que fabulan inventando esas historias apasionantes.
(fragmento del capítulo 3 “La ciudad sin espejos”)
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